La elaboración de unas alianzas o de un anillo de pedida es uno de los grandes retos a los que me enfrento en el taller. En ellos tengo que simbolizar el amor que se profesan dos personas, un amor único, incomparable a otro.
En el caso que te voy a contar todo empezó con Carlos (el novio) y su madre viniendo al atelier en busca de una sortija de pedida. Me conocían a través de unos familiares con los que ya había trabajado. Una vez más, os agradezco esta difusión que hacéis de mi trabajo entre vuestros amigos y familiares. No hay palabras para agradecéroslo.
Con un diamante de su familia, estuvimos decidiendo que modelo hacer. Después de varias opciones, Carlos tenía claro que quería una montura clásica con una garra de seis hilos.
Carlos quedó encantado con el método de trabajo que seguí en la elaboración del anillo de pedida. Yo le comenté que también podíamos hacer las alianzas y que en mi web podría ver el proceso que seguimos para elaborarlas. Se lo comentó a Teresa y aunque habían valorado otras opciones, los resultados de las piezas que sus amigos y familiares habían hecho conmigo, así como lo que vieron en la web, decantó la balanza. Además, “tu trato cercano, la buena predisposición y las facilidades que nos diste fueron determinantes”, me dijeron. Yo solo puedo agradeceros que confiaseis en mí.
Como les comenté, el primer paso para elaborar las alianzas “es conoceros, hablar con vosotros y captar esa complicidad que luego se plasmará en el anillo”.
Tras completar este primer paso, llegaba el momento de ponerse manos a la obra con el proceso de elaboración. Como te he comentado en otros post (haz clic aquí) es muy importante contar con la participación de la pareja en la elaboración de las alianzas. Hablando con ellos me comentaron que “nos ha encantado, es algo que no te esperas y hace que valores aún más las alianzas. La experiencia ha sido sensacional”. Vivir el proceso desde la idea hasta la materialización del anillo es algo único y por eso quiero que lo viváis. Va a ser un recuerdo que formará parte de vosotros para siempre.
El día antes de hacer las alianzas estuve preparando el metal para hacer la sortija de pedida y las alianzas. Dejé encima del banco de trabajo la sortija despiezada con su diamante. Al día siguiente, cuando vino la pareja… ¡Allí estaba todo! A Carlos se lo comenté, pero Teresa ni se imaginó que lo que iba a ser su sortija de pedida estuvo todo el tiempo a su lado.
El resultado de todo este trabajo ha sido una sortija de pedida elaborada con el mismo oro blanco que utilizamos para las alianzas. Estoy muy satisfecho con el resultado final y ellos también. Para mí es muy especial poder haber creado las alianzas de Carlos y Teresa, símbolo de la unión que se profesan uno a otro. Los dos tendrán en sus retinas como fundimos el oro para sus anillos y lo convertimos en un lingote del cual forjamos juntos sus alianzas.
Como en cualquier aspecto en la vida, si tratas bien a las personas, recibirás el mismo trato. En este caso, Carlos y Teresa han mostrado las alianzas a sus amigos y familiares, contando la gran experiencia que han vivido en el taller durante todo el proceso de creación. No hay más. Así es el Karma: trata bien a los demás y la vida te tratará bien.
Os deseo la máxima felicidad Carlos y Teresa. Por una nueva familia más. ¡Vivan los novios!