Que nadie te diga cómo, solo siente

¿Cuántas veces, a lo largo de tu vida, te han dicho lo que tienes que hacer? Estudia esta carrera, cómprate esta prenda, vive siempre en la misma ciudad, ten un coche (u otro más), no te cambies de trabajo, es mejor que compres una casa… Te pones a rememorar y das en tu pasado con varias de estas situaciones. A todos nos pasa. ¿Cuántas veces te han impuesto una misma manera de hacer las cosas? ¿En cuántas ocasiones te han intentado convencer de que hay que ser como el resto?

Muchos dicen que es por tu bien, que es mejor que sigas el camino establecido.

Otras veces eres tú quien dudas: ¿estaré haciendo bien? ¿Me estaré complicando demasiado? A veces, no lo puedes evitar, escuchas a quienes te rodean. Y, claro, piensas en cómo serían las cosas si actuases de forma diferente, si tu forma de sentir las cosas se ajustase, aunque solo fuera un poco, a lo que el resto espera de ti.

Pero tú no eres así.

Te dejas llevar.

Aunque te propongas lo contrario, tu destino es hacer las cosas a tu manera. Es la única que conoces. Está la forma de obrar del resto y la correcta. La que tú estimas correcta. Lo tienes muy claro. Así, dejas de dudar y lo haces todo a tu modo, aprendiendo de la experiencia, valorando que lo que hay tu alrededor no es sino una exaltación de todas lo bueno que existe en la vida.

Olvídate de lo que piense el resto, huye de lo convencional, no te dejes confundir. Tan solo explora tu propio recorrido, siente de la forma que quieras, rodéate de aquellas personas que compartan tus ilusiones y celebra el hecho de ser como eres.

Por todo ello, feliz Día del Orgullo Gay.