Juega siempre

¿Te has fijado? Estamos en esa época del año. Dejamos atrás la oscuridad, los momentos de recluirse, los de las ventanas y las cortinas cerradas; el frío y la monotonía se han ido por ahora. Ya volverán: recuerda que la vida es un suceder de etapas y momentos; aunque ese momento está lejos. Quédate con este instante, aquí y ahora. Sal a la calle y mira el sol resplandeciente. ¿Te has fijado? Los días son mucho más largos.

Ahora tenemos más tiempo. Estás hecha para exprimir al máximo cada hora. Lo ves casi como un regalo. Tienes más momentos para disfrutar de la compañía de los que te rodean, de esas personas que ponen un poco de luz en tu vida. Aprovecha y disfruta de ellos.

Ahora tienes más tiempo para descubrir algo que no conocías. ¿Si el reloj te concede una hora más qué haces? Emplearla al máximo. Una buena forma de hacerlo es haciendo algo que nunca habías imaginado.

Ahora tienes más tiempo para demostrar lo que vales. Para demostrárselo a los demás y, sobre todo, para mostrártelo a ti misma. Hacerte ver, también, que no tienes techo, que puedes mejorar día a día en lo que te propongas. Las marcas te las pones tú y solo tú. Tu meta es ir superándolas una a una.

Ahora tienes más tiempo para celebrar cada triunfo o desquitarse de cada derrota. Ganes o pierdas, emociónate con lo que hagas.

Puedes hacer todo esto con lo que te propongas, con cualquier faceta de tu vida, en cualquier sitio y con cualquier motivo. Pero también te puede sugerir, ahora que es tiempo de torneos, un partido de pádel. Porque, igual que la vida, no es solo un juego, ni es solo un deporte: es camaradería, es algo nuevo, es afán de superarse, es sobreponerse a lo que venga.

Y, también, puede ser fuente de inspiración.

Como una tarde junto a amigos, un descubrimiento tardío o una forma distinta de celebrar la vida.